Mayo, de Madrid al cielo,
de la isla a la meseta,
calle General Cabrera
veintiuno, planta séptima.
Solete de primavera,
calor y la blanca Nieves,
Javier, Carlos, Dunia y Tere
cuatro okupas por la jeta.
Gloria bendita en Los Gatos
Miguel, mirando de frente,
prepara manjares varios,
morcilla, gambas, ajetes,
ensalada de tomates,
y un cordobés salmorejo,
primo del mojo canario,
para chuparte los dedos
y seguir de tenderete.
De noche asalta la magia,
entre Cacique y Cacique
desgranamos las canciones
del Caetano del Puerto;
Javier Ruibal y su banda:
Javi, Munir Hossn, Tito Alcedo,
y un montón de seguidores
que admiramos al maestro,
y hacemos de sus canciones
cada día el padre nuestro.
Como la tinta se acaba
y me va atacando el sueño
trataré de terminar
estos noctámbulos versos,
del Atlántico hasta tí,
y si no de Madrid al cielo.
jueves, 7 de junio de 2007
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2 comentarios:
Por aquí decían que la barba te inspira, pero he aquí la prueba de que no tiene nada que ver. A Madrid sólo le faltan dos cosas para ser completo: playa y ron Arehucas. Aún así, de Madrid al cielo.
Saludos.
Pues al final no tenía razón con lo de la barba. Ron Arehucas sí que hay, en formato 70cl en varias licorerías. Cuestión de buscar...
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